Puede que, en comparación con los perros, los gatos no parezcan los animales más expresivos que hay. Sin embargo, cuando les interesa que sepas algo, no dudan en hacértelo saber utilizando su cuerpo. Si quieres saber qué te está diciendo tu mascota en cada momento, presta mucha atención a esta guía sobre el lenguaje corporal de los gatos.
Lenguaje corporal de los gatos: ¿qué te quiere decir?
Una postura, un maullido, un roce o un zarpazo, son las maneras más habituales en las que un gato se comunica contigo. Si aún no entiendes qué te quiere decir en cada momento, te desvelamos las claves sobre el lenguaje corporal de los gatos.
Relajado
Si tu gato te mira fijamente o, por el contrario, te ignora por completo, al tiempo que mantiene las patas ligeramente recogidas bajo su pecho, las orejas ligeramente inclinadas hacia abajo y los bigotes caídos, es el momento de no hacer nada o, como mucho acariciarlo con suavidad. Si en ese momento comienza a ronronear, estarás ante un gato plenamente feliz, que se dedica a su pasatiempo preferido, ver la vida pasar lentamente. Lo mismo ocurre si está hecho una bola o boca arriba con las patas como caen.
Atento
Con los ojos bien abiertos, las pupilas dilatadas y el cuerpo y bigotes inclinados hacia delante, es que algo está llamado su atención y en breve se abalanzará sobre ello. Si está agazapado en esa posición y se balancea, el ataque es inminente.
Ansioso
La cabeza baja, los ojos bien abiertos con las pupilas dilatadas y la cola quieta y baja, son síntomas de ansiedad. Algo le está inquietando y es probable que eche a correr en dirección contraria al objeto que genera su inquietud.
Enfadado
Los gatos no tienen problema en mostrarte las garras y darte un zarpazo de advertencia si se cansan de ti. Puede que el tuyo te de un mordisquito y gruña, en algunos casos. Con esto te dice que le dejes en paz si no quieres que se enfade de verdad. Ya sabes lo caprichosos que son a veces.
Asustado – agresivo
Los gatos pueden parecer temerarios, pero cuando se ven en riesgo entran en un estado de alerta máxima. Lo percibes cuando se ponen en cuclillas, con los ojos bien abiertos y las pupilas dilatadas, con el lomo arqueado y las patas delanteras bien estiradas y orejas hacia atrás. La cola se mueve rápido o está entre las patas traseras, dependiendo del miedo que siente. Si además bufa y estira la cola hacia atrás, es mejor alejarse suavemente porque puede atacar. Además, le oirás gruñir o bufar.
Ruego
En más de una ocasión el gato se acercará a ti para pedir cariño. Rozará su cabeza y el lomo contra ti y ronroneará. Si quiere comer hará lo mismo, pero maullará incesantemente. En caso de que esté en celo, se pondrá pesado y aumentará la intensidad del maullido hasta alcanzar intensidades desgarradoras.
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