En las vísperas del Día del Padre (humano) queremos compartir con vosotros esta lista de papás del reino animal que son todo un ejemplo de amor y dedicación en la crianza de sus hijos.
¡Esperamos que os guste!
Pingüinos emperador
¡Los pingüinos emperador son de los papás que más se sacrifican por sus hijos del reino animal y te contamos por qué!
Este pingüino logra sobrevivir a una temperatura media anual de -20º C en su hábitat, que en el invierno desciende a -40ºC con vientos huracanados de hasta 144 km/h. Mientras las demás especies de pingüino se reproducen y crían los polluelos en primavera sobre un nido, el pingüino emperador, por su gran tamaño y la cantidad de alimento que necesita para sobrevivir, no puede estar inactivo en los meses menos fríos cuidando un huevo y criándolo, por lo que su ciclo reproductivo comienza en invierno. La hembra sólo tendrá un huevo dada la dificultad de cuidar dos o más en estas duras condiciones y en cuanto lo pone se lo entregará al macho quien por su fortaleza podrá protegerlo mejor durante el duro invierno.
La hembra al entregar a su hijo estará durante dos meses alimentándose para recuperar las fuerzas. Mientras tanto, el padre es el que sostiene al huevo sobre sus patas durante unos 64 días. El padre padecerá un frío descomunal y vientos intensos sin poder moverse ni un centímetro ya que el contacto del frágil huevo con la superficie congelada podría dañarlo. Por ello y por si fuera poco, ayunará durante unos 115 días llegando a perder unos 20 kg de peso.
Pero tanto sacrificio tiene su recompensa, al nacer el polluelo se acurrucará sobre los pies calentitos de su padre hasta el regreso de su madre. En ese momento será ella la que asuma la responsabilidad del cuidado de su hijo. Pero el padre no se alejará más que para alimentarse, ya que durante los siguientes 50 días el polluelo vivirá acurrucado entre sus padres.
A pesar de todos los cuidados que les brindan, tristemente 9 de cada 10 crías no sobreviven a las inclemencias de su hábitat. Sin embargo, eso no desanima a los padres que año tras año repetirán el mismo ciclo de vida, con los mismos cuidados y amor que el año anterior.
Los monos búho
También conocidos como Micos nocturnos o monos Mirikiná, además de ser una de las pocas especies de primates que pasan su vida en pareja de forma monógama, los padres de los monos búho llevan a cabo la mayor parte de tareas que sus hijos necesitan. Estos monos de América del sur, se ocupan la mayor parte del tiempo de sus crías para que la hembra pueda recuperarse lo antes posible del embarazo. Así estos papás transportan a sus hijos durante el periodo de lactancia, juegan con ellos, les enseñan a descubrir el mundo, los acicalan y protegen hasta que ya pueden valerse por sí mismos.
Cisnes de cuello negro
Los cisnes de cuello negro lo hacen todo en pareja, viven y hasta hacen sus largas migraciones con sus cónyuges. Cuando tienen a sus pequeños, tanto la mamá como el papá se reparten las tareas por igual. Aunque el padre cisne suele ser quien lleva a sus bebés en la espalda hasta que pueden desenvolverse solos. Durante ese primer año de vida, las crías no se separan de sus padres. Subiéndose a sus espaldas, se esconden debajo del plumaje calentito de sus padres y es muy habitual verlos asomando la cabeza para ver las vistas del lago.
Aunque los polluelos aprenden rápido a alimentarse por sí solos de plantas acuáticas de los lagos en los que habitan, los padres son los que los guían y enseñan durante sus primeros pasos.
Ganga Namaqua
La especie Ganga Namaqua es natural del Desierto Kalhari en Sudáfrica y por las duras condiciones climáticas en las que viven, los papás tienen mucha responsabilidad en la crianza de sus polluelos. Los machos de esta especie son los que incuban los huevos y una vez que eclosiona protegen entre sus plumas al frágil polluelo.
En las primeras semanas de vida, los polluelos no son capaces de regular su temperatura corporal por lo que los papás les dan sombra durante el día y los empollan por la noche para darles calor con sus plumas. Además, para mantener hidratadas a sus crías los papás empapan sus plumas, las cuales están adaptadas para retener el agua, en el abrebadero más cercano y los pollitos beben de las plumas de su vientre. Una manera muy original de llevar el biberón a cuestas.
