Si tienes peces, seguro que disfrutas mucho viendo cómo crecen, interactúan entre ellos o nadan. Son animales que dan paz y que no son demasiado difíciles de mantener. Sin embargo, es necesario tenerlos en unas condiciones higiénicas adecuadas. De lo contrario, puedes perjudicar a estos pequeños animales y además tendrás malos olores en tu hogar. Para que no te suceda, te invitamos a descubrir cómo limpiar el acuario.
¿Cómo limpiar el agua del acuario?
El primer paso para limpiar el acuario es vaciar parte del agua. La cantidad recomendada es de al menos el 20 % del agua una vez a la semana. No es necesario retirar los peces, de hecho, no se aconseja hacerlo, ya que puede resultar perjudicial para ellos.
Es importante que la nueva agua que utilices no la incorpores directamente del grifo. El agua nueva debe ser tratada con anticloro.
¿Cómo limpiar los cristales del acuario?
Hay tres aspectos que debes tener en cuenta cuando limpies los cristales del acuario: que queden bien limpios, que no los rayes y no utilizar ningún producto químico, ya que como sabes no debes retirar los peces del agua y este tipo de sustancias podrían dañarlos.
Es importante que desconectes los dispositivos eléctricos que tengas conectados para evitar cualquier accidente. Debes limpiar los cristales al menos una vez a la semana, para que sea más sencillo despegar la cal o las algas de las paredes del acuario.
Para limpiar los cristales utiliza un rascador especial, además, debes ser cuidadoso para no rayar el vidrio. También puedes utilizar un paño para retirar el resto de suciedad.
¿Cómo limpiar el fondo del acuario?
Antes hemos visto que no es necesario vaciar el agua del acuario para dejarlo en perfecto estado. Así que es posible que te preguntes cómo limpiar el fondo del acuario sin sacar el agua. Como es lógico, sería más sencillo hacerlo sin la presencia del líquido, pero aun así es posible.
Para limpiar el fondo puedes utilizar dos sistemas. El primero, se denomina sifonar o sifonado. Consiste en aspirar por un extremo y permitir que el agua fluya por gravedad a un recipiente. Al mismo tiempo elimina las partículas de suciedad que hay en el fondo.
La segunda forma recibe el nombre de aspirado. Consiste en utilizar un aspirador específico, que consigue absorber el agua y al mismo tiempo crea una corriente que mueve la suciedad.
Ahora que ya sabes cómo limpiar un acuario, no dejes de hacerlo al menos una vez a la semana.
